martes, 29 de noviembre de 2011

Los modelos educativos y los elementos curriculares.


Supongo que siempre hemos hablado de la forma que tienen los profesores de dar clase, que algunos son  mejores  o  peores, buenos  o malos  y que algunas clases son más aburridas y otras menos. Pero realmente nunca había escuchado hablar de los modelos educativos, algo que tenía mucho que ver con todo lo anterior y que no solo se centraba en la escuela. En primer lugar entendí, que todos y cada uno de los modelos educativos, estaban compuestos por unos elementos comunes a todos:

-      Los grupos de destinatarios (Personas a las que se dirige)
-      Los objetivos (Lo que se desea conseguir)
-      Los contenidos (Los conocimientos que se transmiten)
-      Las metodologías (La forma de transmitir los conocimientos)
-      Los recursos didácticos (Los instrumentos utilizados)
-      La evaluación  (Para saber si se han adquirido los conocimientos)
-      El formador (Quien lo enseña)

Por otro lado vimos los distintos modelos educativos y comprendí que eran aplicables tanto a la educación formal, como a la no formal o a la informal. Estos eran:

ACADEMICISTA:
Para entenderlo  debíamos de pensar en la antigua escuela, y así relacionábamos con el modelo un alto cargo de contenidos, un grupo homogéneo y con necesidades comunes, clases magistrales, gran autoridad por parte del formador (especialista) y evaluación por medio de memorización y reproducción de contenidos.

CONDUCTISTA:
Para este modelo pensábamos en ejemplos como el del perro de Pavlov, es decir, si se cumplen los objetivos impuestos, se conseguirá algo a cambio de ello. Algo muy importante en este modelo educativo es la figura del formador, que se encarga de motivar, premiar y reforzar el aprendizaje de forma individual.

HUMANISTA:
Este modelo era claramente diferenciado del resto de los modelos por la proximidad entre el formador y los destinatarios. La comunicación, la participación, la capacidad de dinamizar y animar son imprescindibles. Además también entra en juego el afecto, que de alguna forma ayuda a propiciar el ambiente necesario para transmitir valores y actitudes determinadas.

COGNITIVISTA:
Se centra básicamente en la toma de decisiones y los procesos mentales. Por ello, el formador se centra en impartir y analizar las soluciones para la resolución de problemas concretos, tomando gran importancia la evolución psicológica de los destinatarios. Se parte de lo sencillo a lo concreto, para así elaborar capacidades de resolución propia dentro de los diferentes entornos.

SOCIOCRÍTICO:
Esta perspectiva es totalmente diferente a las demás, ya que se adapta totalmente a cada uno de los individuos y además no se impone, si no que se enseña y conciencia sobre las desigualdades y la lucha contra ellas. Este modelo tiene gran carga ideológica, pero sin embargo deja espacio para las diferentes opiniones y su expresión de ellas. El formador desarrolla los contenidos según las necesidades que muestren los destinatarios.

Una vez que supe diferenciar los distintos modelos educativos caímos en la cuenta de algo:
No todos los modelos educativos eran desarrollados en su plenitud, por lo que ninguna aplicación de ellos era pura y por tanto esto era una primera clasificación, tras la que se escondían tantos modelos educativos como formadores.

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