Hasta pronto.

El primer semestre acaba y este blog llega a su fin. Quizás no sea un adiós sino un hasta luego. Puede que consiga aprovechar este blog para alguna asignatura más, que  me sienta con los suficientes conocimientos didácticos como para seguir escribiendo o puede que nada de esto suceda y simplemente se quede aquí.

Aunque estas últimas entradas no hayan sido lo que pretendía que fueran, mi cabeza no daba para más, ni siquiera como para  demostrar que me había tragado esas  “lindas” lecturitas obligatorias de la asignatura. El resultado de todo ello fue un completo tostón. Por lo demás espero que el resto de los contenidos hayan sido un poco más amenos, aunque al fin y al cabo y aunque suene un poco egoísta la que debía absorber todos los conocimientos era yo, y creo haberlo hecho.

Ante todo lo demás gracias. Has conseguido que la asignatura de didáctica sea algo diferente, libre y original. Sin duda alguna me quedo con todas aquellas clases en las que repetiste la misma frase ante nuestro miedo a opinar sobre las cosas, que fue algo así como: “Nada de lo que digáis será incorrecto siempre y cuando seáis capaces de justificarlo”.

Admiro profundamente esa capacidad para captar nuestra atención, para hacernos sentir como en casa, e incluso para admitir todos y cada uno de tus errores. Has creado tu propio modelo de enseñanza- aprendizaje y puedo corroborar que es totalmente eficaz, de hecho, podría demostrar muchas cosas de las que he aprendido, aunque otras quedarán simplemente en aire, pero habrán servido para continuar en el desarrollo de mi persona, porque no todo se aprende de los libros, sino de la vida, y tú has conseguido enseñarnos eso.